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miércoles, 27 de enero de 2010

Fumando


Las colillas, al cenicero
En épocas de fiestas, reuniones familiares, es muy probable que entre nuestros invitados haya algunos fumadores o, incluso, nosotros mismos podemos serlo.

Conviene entonces que tengamos en cuenta, al apagar un cigarrillo, el posible peligro que encierran las colillas para los niños pequeños. A esta edad se llevan todo a la boca y si chupan o se tragan una de estas colillas pueden sufrir una gravísima intoxicación.

Por ello, conviene colocar los ceniceros lejos del alcance de los niños y abstenernos de esa mala costumbre de apagar los cigarrillos en los platitos del café, en los tiestos, en el césped o tirarlos descuidadamente en el suelo de la terraza.

Nuestros invitados no se ofenderán si les advertimos de este riesgo y menos tratándose de niños. Por otra parte, hay personas que no apagan completamente el cigarrillo, dejando una brasita encendida. Esto entraña también un peligro para el niño: que se queme. Evitemos un desagradable accidente que por un descuido o negligencia pueda afectarnos.

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