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jueves, 15 de septiembre de 2011

Vestidos para embarazadas


Los vestidos de las gestantes deben ser sobrios y sin exageraciones; si alguna vez asistís a una fiesta muy elegante, haceos un aderezo sofisticado, con un peinado tirante que os deje libre el cuello y os dé una línea estilizada. El vestido debe ser de un tejido ligero, de punto de lanilla o seda, de chiffon o de cady. El algodón y el lino son muy frescos y están indicados para el verano, así como el piqué.

Si repasáis los catálogos de las casas de modas para gestantes, no encontraréis nunca colores demasiado brillantes ni extravagantes diseños; los colores más frecuentes son el camello, el azul, el azul marino, el blanco, el gris, el verde, el negro y todas las gradaciones del pastel.

Si os ponéis un vestido sin mangas podréis jugar con los contrastes de color. Por la noche podéis vestir tejidos con un ligero hilo de plata u oro. Lo más importante es elegir pocos vestidos que sirvan para muchas ocasiones: naturalmente, un vestido azul, sin mangas, os podrá servir mucho más 'que uno en cualquier tonalidad de verde, ya que éste sólo podréis llevarlo por la mañana y por la tarde, mientras que el vestido azul os servirá para la tarde y también para la noche.

En los vestidos evitaréis todo cuanto no vaya de acuerdo con vuestro estado, como cortes horizontales, botones gruesos en puntos inadecuados (a la altura de la cintura o del pecho), cinturones donde no debería haberlos, flequillos a lo «bebé» para daros un aire infantil y despreocupado, impropio del caso... o colas infantiles, sólo aptas para niñas menores de diez años.



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