Ninguna madre desea ser posesiva. Te señalamos algunas trampas para que no caigas en ellas.
• No caigas en la tentación de creer que tan bien como tú no lo hace nadie.
• No caigas en el error de adelantarte a los deseos de tu hijo. Déjale tiempo para que los exprese.
• No apartes a tu marido de la crianza de tu hijo. Al contrario, deja que lo haga a su manera, sin intervenir para nada.
• No te creas responsable de todo lo que le ocurre a tu hijo. No es tu culpa si ha cogido un catarro.
• Sé una madre comprensiva y abierta. Toma en consideración las opiniones y los sentimientos de tu hijo.
• Nunca dudes de los sentimientos de tu hijo hacia ti.
• No renuncies nunca a tu vida como mujer.
• No desees nunca ser una madre perfecta.
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