Por suerte, este trastorno es raro en los niños de pecho. Para sospechar que estos bebés tienen realmente diarrea, deben tener también vómitos, fiebre, sangre en las heces o un mal aspecto general.
El objetivo del tratamiento no es que hagan menos cacas. Si el problema fuera el número de deposiciones, el único riesgo sería arruinarse comprando pañales. Los verdaderos peligros son la deshidratación (falta de agua y sales minerales) y, a más largo plazo, la desnutrición (falta de comida). Lo peor que se puede hacer a un niño con diarrea es dejarlo sin beber o sin comer. No hay que hacer caso a la recomendación de mantener a un bebé en ayunas o darle sólo arroz.
Si únicamente toma pecho, debemos seguir dándoselo; cuántas más veces, mejor. Si la caca es abundante, puede ser que necesite agua o suero después de las mamadas (pero no es en vez de ellas). Si toma sólo mamadera, sigamos ofreciéndosela, en principio con la misma leche y a la misma dilución, y habrá que darle agua o suero después de las tomas. Y si ya come papillas, ofrezcámosle la dieta de costumbre. Como probablemente habrá perdido el apetito, no lo obliguemos y procuremos darle lo que más le guste, con frecuencia y en pequeñas cantidades. Cuanta más caca haga o cuanto más vomite, más pecho y más líquidos necesitará; no dejemos de darle líquido porque haya devuelto. Ante una diarrea importante, hay que acudir al médico.
El objetivo del tratamiento no es que hagan menos cacas. Si el problema fuera el número de deposiciones, el único riesgo sería arruinarse comprando pañales. Los verdaderos peligros son la deshidratación (falta de agua y sales minerales) y, a más largo plazo, la desnutrición (falta de comida). Lo peor que se puede hacer a un niño con diarrea es dejarlo sin beber o sin comer. No hay que hacer caso a la recomendación de mantener a un bebé en ayunas o darle sólo arroz.
Si únicamente toma pecho, debemos seguir dándoselo; cuántas más veces, mejor. Si la caca es abundante, puede ser que necesite agua o suero después de las mamadas (pero no es en vez de ellas). Si toma sólo mamadera, sigamos ofreciéndosela, en principio con la misma leche y a la misma dilución, y habrá que darle agua o suero después de las tomas. Y si ya come papillas, ofrezcámosle la dieta de costumbre. Como probablemente habrá perdido el apetito, no lo obliguemos y procuremos darle lo que más le guste, con frecuencia y en pequeñas cantidades. Cuanta más caca haga o cuanto más vomite, más pecho y más líquidos necesitará; no dejemos de darle líquido porque haya devuelto. Ante una diarrea importante, hay que acudir al médico.
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