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¿Quieres saber cómo su bebé ve el mundo?
Es hora de amamantar al pequeño prestar atención a la distancia entre su cara y la de él. Ideal para el niño para distinguir la madre está bastante claro es que los dos están separados entre 20 cm y 35 cm. Pero no espere que su hijo responde a todas sus expresiones. Todavía tardará un tiempo. Es que, por ahora, no se da cuenta de los detalles y mirar el mundo como si tuviera la vista a través de un cristal nublado. No es extraño que el reconocimiento de la madre para esta fase se lleva a cabo por el olfato y el oído.
El desarrollo de la visión
En los primeros meses de vida, los músculos que mueven los ojos pequeños no tienen suficiente coordinación para enfocar o rastrear el desplazamiento de personas u objetos. A los 2 meses, casi no puede distinguir entre un perro y un niño que pasa corriendo al lado.
La discriminación de los colores también no se establecerá hasta el tercer mes, y tan temprano en la vida los bebés muestran más interés por el contrario que por los colores fuertes. Pero el progreso es rápido: seis meses, el niño ya tiene sensación de profundidad, ver los colores con claridad y nitidez de detalles.
Es hora de amamantar al pequeño prestar atención a la distancia entre su cara y la de él. Ideal para el niño para distinguir la madre está bastante claro es que los dos están separados entre 20 cm y 35 cm. Pero no espere que su hijo responde a todas sus expresiones. Todavía tardará un tiempo. Es que, por ahora, no se da cuenta de los detalles y mirar el mundo como si tuviera la vista a través de un cristal nublado. No es extraño que el reconocimiento de la madre para esta fase se lleva a cabo por el olfato y el oído.
El desarrollo de la visión
En los primeros meses de vida, los músculos que mueven los ojos pequeños no tienen suficiente coordinación para enfocar o rastrear el desplazamiento de personas u objetos. A los 2 meses, casi no puede distinguir entre un perro y un niño que pasa corriendo al lado.
La discriminación de los colores también no se establecerá hasta el tercer mes, y tan temprano en la vida los bebés muestran más interés por el contrario que por los colores fuertes. Pero el progreso es rápido: seis meses, el niño ya tiene sensación de profundidad, ver los colores con claridad y nitidez de detalles.
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