Si bien en nuestro país los prematuros de 26 semanas o los recién nacidos muy pequeños tienen diferentes posibilidades de atención en distintos tipos de hospitales, los servicios más modernos llegan a ofrecer un alto porcentaje de probabilidades de sobrevida a los bebés que pesan al nacer entre 750 y 1.000 gramos. Entre 1.000 y 1.250 gramos la sobrevida es mayor.
Casi todos los prematuros son niños que pueden crecer y desarrollarse en forma normal e integrarse a la vida familiar y comunitaria sin grandes dificultades. Lo que no indica desconocer que algunos de ellos tienen trastornos que requieren cuidados posteriores especializados, a través de los cuales muchos logran una excelente evolución.
Desde la instalación de los centros especializados, no sólo han bajado drásticamente los índices de mortalidad de los prematuros sino también el porcentaje de disminuidos discapacitados. La atención de un niño en terapia intensiva neonatal demanda altos costos por la organización, equipamiento y capacitación del equipo. Obviamente, se justifican tan altas inversiones cuando el objetivo es obtener mayores resultados en las posibilidades de sobrevida de los niños.
De todas formas, no hay que perder de vista que siempre es más importante incrementar la atención primaria de las embarazadas: lograr que en todos los medios sociales las futuras mamas concurran a los servicios y sean atendidas por sus médicos desde el comienzo del embarazo para detectar los riesgos y las patologías que puedan aparecer. De esta manera, se prevendrán muchos de los nacimientos prematuros. Sin embargo, estos nacimientos seguirán ocurriendo y es indispensable que existan centros que permitan la atención de estos bebés.
Casi todos los prematuros son niños que pueden crecer y desarrollarse en forma normal e integrarse a la vida familiar y comunitaria sin grandes dificultades. Lo que no indica desconocer que algunos de ellos tienen trastornos que requieren cuidados posteriores especializados, a través de los cuales muchos logran una excelente evolución.
Desde la instalación de los centros especializados, no sólo han bajado drásticamente los índices de mortalidad de los prematuros sino también el porcentaje de disminuidos discapacitados. La atención de un niño en terapia intensiva neonatal demanda altos costos por la organización, equipamiento y capacitación del equipo. Obviamente, se justifican tan altas inversiones cuando el objetivo es obtener mayores resultados en las posibilidades de sobrevida de los niños.
De todas formas, no hay que perder de vista que siempre es más importante incrementar la atención primaria de las embarazadas: lograr que en todos los medios sociales las futuras mamas concurran a los servicios y sean atendidas por sus médicos desde el comienzo del embarazo para detectar los riesgos y las patologías que puedan aparecer. De esta manera, se prevendrán muchos de los nacimientos prematuros. Sin embargo, estos nacimientos seguirán ocurriendo y es indispensable que existan centros que permitan la atención de estos bebés.
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