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martes, 15 de marzo de 2011

El bebé prematuro



A través de la sonda respiratoria, se administra al prematuro un medicamento para el fortalecimiento de los pulmones. Los niños no gritan, pues las sondas bloquean las cuerdas vocales.

Para los padres, la primera mirada dentro de la incubadora es, en la mayoría de los casos, un shock. Con timidez, buscan el contacto físico con su hijo.

Una Unidad de Cuidados Intensivos del Centro de Prematuros. Algún monitor siempre indica situación de alarma, ya que el estado de los pacientes cambia en pocos minutos.

Un chupete y el delicado cepillado de la cabeza. Comprobar que las grandes manos pueden prodigar algo más que sufrimiento es también una experiencia vital para los prematuros.

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