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Aborto involuntario

 #abortoinvoluntario #aborto #perderembarazo #embarazoproblemas #embarazoperdido En los embarazos no deseados , se enfrentan a un a...

jueves, 20 de octubre de 2011

Cuidados necesarios para los prematuros extremos

Algunos bebés aparecen muy vigorosos desde los primeros minutos de vida. Otros, en cambio, pueden necesitar ayuda inicial (reanimación), por lo que todo debe estar preparado para ofrecérsela. Estos niños deben ser manejados por personal especialmente entrenado que les prodigue los cuidados necesarios sin someterlos a molestias ni traumatismos inútiles.

En el manejo inicial hay tres elementos fundamentales: calor, oxigeno y ventilación asistida en el grupo de niños que la requiere.

El calor es proporcionado por cunas radiantes provistas de un sistema de servocontrol. Mediante un dispositivo de termostato, partiendo de ios registros tomados por un termómetro adherido a la piel del niño, 1 cuna administra el calor necesario para mantenerlo dentro de los valores normales de temperatura. Los bebés también pueden ser asistidos en incubadoras tradicionales, si su estado e; satisfactorio y no requieren cuidados que impliquen la necesidad de abrir las puertas de la incubadora constantemente.

lunes, 17 de octubre de 2011

UNA MADRE SUFICIENTEMENTE BUENA

En opinión del famoso pediatra y psicoanalista norteamericano D.W. Winnicott, para ser una madre suficientemente buena, hay que ser capaz de no responder ni total ni inmediatamente a los deseos del niño. Eso no quiere decir que hay que educar al niño en la indiferencia o el despotismo, sino que es necesario poner límites a sus exigencias.

Lo afirman psiquiatras y psicólogos: no debemos pretender ser padres perfectos. En primer lugar porque la perfección no existe. Y porque un padre o una madre que se cree perfecto es casi tan neurotizante como uno malo.

Una madre suficientemente buena debe dejar en la vida de su hijo espacio para el deseo. El deseo es una fuente de energía psíquica importante, tanto para el adulto como para el niño. Si ella se abalanza sobre la cuna de su bebé al menor suspiro, si le llena la boca antes de que haya sentido hambre, si abre el monedero para comprarle todos sus caprichos, si todo lo consiente... ¿cuándo va su hijo a conocer el deseo? ¿cuándo va a sentir el azote de la frustración? ¿y la satisfacción que produce alcanzar una meta largamente anhelada?
Por el bien de tu hijo, le deseamos una madre suficientemente buena. Una madre que también sea esposa, hermana, tía, amiga... Una madre que no sea posesiva.

sábado, 15 de octubre de 2011

Mamá, papá y los demás

 
De sobrevivir gracias a los constantes cuidados de su madre, de no tener conciencia de su individualidad, el bebé de un año pasa a comportarse como una personita. No solamente empieza a caminar, sino a comer de todo. También a hablar. Sigue siendo un ser muy dependiente pero sus horizontes se amplían. En la mayoría de los casos, ha vivido ya una importante separación de su madre: el destete.

A partir de los dos años, está preparado para captar situaciones cada vez más complejas. Empieza a expresarse y a relacionarse con los demás.

Es una personita que habla de sí mismo, se afirma, niega... Ha llegado el momento de romper esa relación tan exclusiva con su madre. Y quien ha de separar a la madre de su hijo es el padre.

Para que un niño pueda crecer armónicamente, para que su mente se estructure adecuadamente, para que se sienta seguro de sí mismo y de los demás, tiene que sentir que su padre, su madre y él forman un triángulo fuertemente unido que nadie ni nada puede romper. Aunque, los padres se separen, el triángulo debe seguir, pues ellos dejarán de ser amantes, dejarán de convivir...

Dejarán atrás muchas cosas pero seguirán siendo sus padres. Aunque nazcan otros hijos. Ellos formarán su propio triángulo. Cada niño tiene el suyo... único, intransferible, distinto.

Una madre que mantiene con su hijo una relación excluyente más allá de los 2 años... ¿es posesiva? Sin lugar a duda, sí lo es. Y esta actitud es peligrosa.

jueves, 13 de octubre de 2011

Consejos para no ser una madre posesiva

Ninguna madre desea ser posesiva. Te señalamos algunas trampas para que no caigas en ellas.

• No caigas en la tentación de creer que tan bien como tú no lo hace nadie.
 
• No caigas en el error de adelantarte a los deseos de tu hijo. Déjale tiempo para que los exprese.
 
• No apartes a tu marido de la crianza de tu hijo. Al contrario, deja que lo haga a su manera, sin intervenir para nada.
 
• No te creas responsable de todo lo que le ocurre a tu hijo. No es tu culpa si ha cogido un catarro.
 
• Sé una madre comprensiva y abierta. Toma en consideración las opiniones y los sentimientos de tu hijo.
 
• Nunca dudes de los sentimientos de tu hijo hacia ti.
 
• No renuncies nunca a tu vida como mujer.
 
• No desees nunca ser una madre perfecta.



martes, 11 de octubre de 2011

Las ausencias de la madre

Los bebés son egoístas. Buscan la satisfacción de sus necesidades... su placer. Si se sienten mejor con su madre, harán todo lo posible para estar con ella el mayor tiempo posible. Y cuando se ausenta, sufren. "Siempre que me voy de viaje, mi hija padece algún catarro o diarrea", comenta Pilar. La niña echa de menos a su madre y bajan las defensas de su organismo.

Los niños han de aprender a sobrellevar las ausencias de su madre sopena de convertirse en enmadrados, timoratos y poco abiertos hacia los demás. Además, han de saber que cuando ella se va, vuelve. Si no se va nunca... ¿cómo pueden comprobarlo? Éste no es un asunto menor. Gracias a la ausencia, el niño empieza a elaborar la imagen mental de su madre. Un paso importante que le ayudará a diferenciarse de ella, a sentirse una persona con yo propio.

domingo, 9 de octubre de 2011

¿Cómo se comporta la madre posesiva?


¿Cómo se comporta la madre posesiva?

• Actúa de acuerdo con sus propios sentimientos, sin tener en cuenta los de sus hijos.

• No soporta que sus hijos lloren, griten, protesten.

• No entiende que sus hijos puedan encontrar su felicidad fuera de su área de influencia.

• Recurre con frecuencia al chantaje afectivo del tipo "si te quieres ir es porque no me quieres" para lograr sus objetivos.

• Pretende ser una madre perfecta. En realidad, es una madre demasiado presente.

• Se siente responsable de todo lo que atañe a sus hijos.

• En el fondo, se siente insegura como madre y teme perder el cariño de sus hijos.

jueves, 6 de octubre de 2011

Preparar a los niños para la mudanza

 
Para evitar que el cambio de casa cause inconvenientes a los chicos, los padres pueden poner en práctica algunas medidas:

# Conviene que los niños visiten el lugar de destino con anticipación (la casa, la ciudad, el nuevo colegio...).

# Es preferible no alterar la decoración de su habitación. Comprobar que todo está como siempre (los mismos muebles, dispuestos en forma similar) les da seguridad.

# Dejémoslos que empaqueten sus cosas. Al guardarlas juntas, en cajas bien identificadas, podrán encontrarlas enseguida si las necesitan.

# Los más chiquitos toleran bien las mudanzas: su mundo lo forman los padres y hermanos, y eso es algo que se llevan.

# Pueden tardar un tiempo en habituarse al cambio y al nuevo entorno. Hay que estar preparados para eventuales crisis (episodios de tristeza, mal humor...). Si los padres se muestran comprensivos y pacientes, las superarán pronto.

martes, 4 de octubre de 2011

Padres primerizos

Los obstetras saben que no hay nada que fascine más a una joven pareja embarazada que conocer, paso a paso, todo lo que ocurre desde el mismo momento de la concepción hasta el día del parto. Hay quienes se interesan más por el transcurso del embarazo; a otros les preocupa qué pasará el día del nacimiento, pero todos guardan mil y un interrogantes que intentaremos responder a través de esta detallada crónica del embarazo y parto que compartiremos con ustedes en Crecebebé.

Quienes se ocupan de la preparación psicoprofiláctica de la pareja embarazada, entienden que es justamente la ignorancia el motor de muchos temores,la mayoría de ellos infundados, que suelen convertirse en verdaderos obstáculos para el normal disfrute del embarazo y el desarrollo del parto

El conocimiento los disipa posibilitando un mayor goce del estado gestacional, así como nos ayuda, a quienes debemos asistir a las parturientas, a trabajar en un ambiente más cordial, placentero y alegre. Y ése es, sin duda alguna, el modo en que debemos traer a los bebés al mundo. Aunque duela un poco la dilatación o molesten los puntos de la episiotomía.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Importancia de la lactancia natural

La lactancia es un proceso que si bien inicia como tal una vez nacido el bebé, el mismo comienza ya desde mucho antes. Tan es así que a las 12 o 14 semanas ya puede haber secreción a través de los pezones. La hormona prolactina, responsable de la formación de la leche, ni bien finaliza el parto se libera en su secreción y aumenta francamente la formación de la leche. A su vez la secreción de ocitocina estimulada por la succión mamaria del recién nacido provoca el aumento en la producción y el cambio de las características de la leche.

Esto claramente lo percibe la madre alrededor de las 72 horas de nacido el bebé con la "bajada de la leche". Finalmente es la succión del recién nacido, mantenida en el tiempo la responsable de estimular la formación continua de la leche materna. Esto significa que la producción de leche materna y el mantenimiento de la lactancia no son solo un hecho biológico materno, sino la consecuencia de un funcionamiento en equipo entre la mama y su bebé.

Qué es lo que hace que la leche materna tenga tantas virtudes en cuanto a las ventajas del recién nacido y de la madre que amamanta? La leche materna es un alimento que cuyo principal componente es el agua, además de vitaminas, minerales, proteínas, grasas, y glúcidos.

domingo, 25 de septiembre de 2011

La adopción



En la actualidad, debido a las técnicas reproductivas, no faltan quienes insisten: "¿Y por qué vas a adoptar? Mejor intenta una inseminación", interviniendo en la decisión de una mujer que, por alguna razón personal, ha decidido no someterse a técnicas acerca de cuyos efectos aún no tenemos suficientes aportes clínicos y psicológicos. Son las amigas que afirman: "Siempre es mejor el hijo propio, el de una..." sin considerar que el hijo propio probablemente se convierta en trillizos o cuatrillizos, y que, por otra parte, quien decide adoptar tiene razones personales, físicas o psicológicas para hacerlo.

Tampoco faltan quienes se ocupan de demonizar la adopción contando cuántos adoptivos-problema conocieron o cuántos padres frustrados encontraron. Así como existen otras personas que sólo atinan a empujar a la pareja: "¡Qué maravilla... Qué bien! Es lo mejor que pueden hacer. ¡Les va a ir bárbaro!", con un entusiasmo que a los adoptantes les resulta absolutamente ficticio.

Hasta aquí me ocupé de describir vivencias (sentimientos) y deseos acerca del adoptar. Son dos instancias diferentes: los deseos no tienen la misma carga de afecto que los sentimientos. Los sentimientos están más unidos a las necesidades. Entonces, una cosa es necesitar un hijo y otra es desearlo.

La necesidad puede satisfacerse con la adopción. Pero desear a un hijo, vale tanto para el biológico como para el adoptivo, implica poder aceptarlo como es, con sus aspiraciones y con modos de ser que no siempre coinciden con el modelo familiar. Cuando así sucede con los hijos biológicos, los padres se preguntan: "¿A quién habrá salido?" P

ero cuando sucede con los adoptivos... automáticamente se les adjudica la responsabilidad a los progenitores. Lo cual no es válido, porque puede tratarse de modalidades propias del hijo, que no tengan relación alguna con su historia previa a la adopción. Estos son fenómenos que es interesante tener en cuenta cuando se habla de las vísperas de una adopción, porque es pertinente que, antes de adoptar, los padres puedan reflexionar no sólo acerca de lo que les sucede a ellos, sino anticiparse a lo que resultará cuando estén junto con el hijo.


De allí que hemos distinguido entre deseo de embarazo, que la mujer vivencia de un modo y el varón de otro, deseo de hijo -que implica respeto hacia ese otro ser con sus propias características- y deseo de adoptar, que resulta de una reflexión delicada y rigurosa donde, al mismo tiempo, se mezclan y superponen afectos y no sólo pensamientos y decisiones. Es decir que los futuros adoptantes atraviesan por jornadas de intenso trabajo psíquico que excede, largamente, el hecho de hablar de sus ganas de adoptar.