Comprende desde la segunda hasta la sexta u octava semana y está considerado como un período de recuperación. Deberá caracterizarse por la reanudación gradual del ritmo normal de vida, recomendándose, empero, dos horas de paseo diarias a partir de la tercera semana. Los baños normales serán reanudados después de quince a veinte días; antes, para asearse, la puérpera se limitará a breves duchas.
Las relaciones sexuales pueden ser reanudadas cuando ha desaparecido el derrame sanguíneo de la mucosa uterina. En cuanto a la lactancia, hoy se cree que, como máximo, debe prolongarse hasta el séptimo mes.
Las relaciones sexuales pueden ser reanudadas cuando ha desaparecido el derrame sanguíneo de la mucosa uterina. En cuanto a la lactancia, hoy se cree que, como máximo, debe prolongarse hasta el séptimo mes.
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