Con frecuencia se le pregunta al pediatra si es bueno que el niño "cambie de clima". Por tanto, es importante puntualizar, en materia de viajes y referido al lactante, tres cosas: qué es lo beneficioso, qué es lo que no sirve para nada y qué es lo perjudicial.
Para un niño de pocos meses, un viaje representa siempre un problema. No un problema insoluble, es cierto, pero sí una empresa algo comprometida. Hay que tener en cuenta el cambio de clima, la duración del viaje, el medio de transporte, las horas de comer y de dormir y, de forma general, sus ritmos vitales. Veamos estos puntos uno por uno.
El tren
El tren es preferible al coche. Pero también el viaje en ferrocarril requiere algunas precauciones. Será oportuno, por ejemplo, evitar los trenes demasiado llenos, donde el aire está viciado y aumentan las posibilidades de contagio.
Además, si bien en menor medida que en el coche, también en el tren se producen vibraciones.
El tren
El tren es preferible al coche. Pero también el viaje en ferrocarril requiere algunas precauciones. Será oportuno, por ejemplo, evitar los trenes demasiado llenos, donde el aire está viciado y aumentan las posibilidades de contagio.
Además, si bien en menor medida que en el coche, también en el tren se producen vibraciones.