bebe 9 meses

No hay ningún método aislado de alimentación que pueda abarcar as necesidades de todas las criaturas, bebe 9 meses, pero los métodos expuestos en las páginas siguientes se acomodarán a las necesidades de la mayor parte de los niños sanos: La leche de vaca (o de cabra), debe constituir el alimento principal el lactante que no es amamantado. Por lo general se prestará para , criatura de menos de 9 meses una mezcla hervida de leche de vaca ategra), agua y azúcar, variando las proporciones según las instruc-áones del médico. Después que la criatura tiene 9 meses, y a veces desde mucho antes, puede por lo general tomar leche de vaca (íntegra), mezclarla con agua y azúcar, pero debe hervirse.

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Al planear la aumentación artificial, debe obtenerse el consejo del médico, por ser de particular importancia durante el período del destete y el que sigue a éste. Si no se desteta a la criatura hasta que tenga 6 meses, probablemente será más fácil acomodarla a la alimentación de leche de vaca. Sin embargo, si el destete ha tenido lugar l antes, el médico debe vigilar todavía más cuidadosamente la alimentación. Es más difícil aumentar con éxito con una mezcla de leche de Ivaca a una criatura pequeña que a ¡una mayor, y el plan para esta alimentación a menudo exige el juicio más cuidadoso de parte del médico.

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Si se deja al sol en la puerta o en una cocina caliente, alimentacion del bebe, la leche se descompondrá. Inmediatamente después de la entrega, las botellas de leche destinadas a la criatura deben colocarse en el refrigerador, en el cual la temperatura debe ser de 10° C. o menos.
Si no hay otro sitio apropiado, puede construirse en la casa una nevera para conservar la leche del niño. (Pueden obtenerse por conducto de la Oficina del Niño, Secretaría del Trabajo de los Estados Unidos, Washington, instrucciones en inglés para la fabricación de estas neveras.)
Si no hay hielo disponible, pueden colocarse las botellas de leche en el agua de un manantial corriente, o en un pozo si el agua es suficientemente fría. Las botellas deben quedar cubiertas por el agua hasta el cuello, pero teniendo cuidado de no mojar la tapa.

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En algunos lugares las condiciones de producción son a menudo tan poco higiénicas que se necesita doblemente la pasteurización si va a suministrarse esa leche a las criaturas. No debe suministrarse leche a los niños después e 36 horas de pasteurizada, leche para bebes. La pasteurización no elimina la necesidad de hervir la leche antes de dársela al niño. Toda la leche suministrada a un niño de pecho debe hervirse.

La leche debe también ser objeto de cuidado apropiado después que se recibe en el hogar. Si está congelada, quizás no siente bien a
algunas criaturas. Si hay que usar leche congelada, extráigase la crema después del deshielo y hiérvase la leche, lo cual por lo general la hará digerible.

leche pasteurizada

Debido al gran peligro de que la leche pueda trasmitir enfermedades, toda la leche, incluso la certificada, debe ser debidamente pasteurizada antes de venderse para consumo. A fin de higienizar la leche, se necesita la pasteurización apropiada: calefacción por 30 minutos a una temperatura que destruye los gérmenes de enfermedad (61.1 a 2.8° C). La pasteurización no convierte la leche mala en alimento eno, ni tampoco justifica el empleo de una leche sucia—la calidad y condiciones de producción deben ser idénticas para la leche que va a pasteurizarse como para la que va a venderse cruda—pero agrega un importante factor de seguridad a toda leche.

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Todas las botellas deben ser perfectamente lavadas y esterilizadas a diario, botellas de bebe. Empléense tapas limpias. La tapa que cubre todo el cuello de la botella es la mejor, pues asegura ümpieza absoluta de la boca de la botella por la cual pasa la leche. Cuando va a usarse la leche en el mismo sitio en que se produce, debe conservarse en botellas o frascos de vidrio tapados y esterilizados.

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Antes de emplearlos, hay que lavar perfectamente y esterilizar por la ebullición o al vapor el balde, coladores, latas y otros utensilios destinados a la leche.
El agua utilizada para lavar los utensilios y botellas, las ubres de la vaca y las manos del ordeñador y todo lo que toque la leche debe ser limpia y sin contaminación por bacterias patógenas. El empleo de agua contaminada ha dado por resultado serios comienzos de epidemias.

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La leche es un alimento muy perecedero y fácil de contaminar con gérmenes de enfermedad procedentes de las vacas o de los seres humanos. Hay que prestar tanta atención a la leche que va a emplearse en el mismo sitio en que se produce o que se reparte entre los vecinos, como la que se le presta en las lecherías grandes.
La leche debe enfriarse en el acto después del ordeño, y mantenerse limpia, fría y tapada hasta que se entregue. Debe obtenerse únicamente de animales sanos. Todo animal infectado debe ser aislado inmediatamente, y desecharse su leche. Los animales deben estar bien alimentados y atendidos en un medio salubre e higiénico. Para ello se necesitan establos bien construidos y ventilados. Antes del ordeño, hay que lavar y secar las ubres y tetillas de la vaca, lo cual impide que se deposite suciedad en el balde durante el ordeño. Las vacas son muy susceptibles a la tuberculosis, y si alguna vaca padece del mal, puede contaminar la leche. Si se suministra esta leche a las criaturas, pueden contraer la tuberculosis, que en los niños es hasta más grave que en los adultos. A fin de tener la seguridad de que el rebaño y hasta los animales aislados no han contraído tuberculosis, el dueño debe hacerlos inspeccionar y comprobar cada 6 meses. La fiebre de malta o melitococia es otra enfermedad que puede existir en la vaca, y que la criatura puede adquirir de la leche. La leche de cabra, así como la de vaca, puede contener los gérmenes de la tuberculosis, o do la fiebre de malta o melitococia si el animal está infectado. A fin de proteger a la criatura contra esta infección, debe hervirse siempre la leche.

leche fresca

El problema del abastecimiento de leche varía considerablemente según que el individuo viva en una ciudad grande, en una población pequeña o aldea, o distrito rural. En la mayor parte de las grandes ciudades y en muchas poblaciones pequeñas se han dictado leyes que reglamentan la producción y cuidado de toda la leche para la venta, y establecen normas para diferentes clases. Estas normas o patrones tornan en consideración la composición de la leche (y en particular el tanto por ciento de grasa), las condiciones en que se produce, el número de bacterias que contiene en el momento de su entrega, y si va a venderse cruda o pasteurizada. En las poblacionesse encuentran de venta varias clases de leche, pero las normas para cada clase no son iguales en todas partes.
La leche marcada "certificada" ha sido producida en condiciones tan buenas que se conforma a los requisitos de una comisión médica. Estos requisitos comprenden limpieza do las vacas, establos, lecherías y manipuladores, ciertas normas en cuanto a medios de lavado y de saneamiento, inspección médica de los manipuladores, inspección veterinaria de las vacas—incluso comprobación con tuberculina cada 6 mese3—y una leche de bajo contenido bacteriano.

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Hay dos clases de alimentos específicos para niños. Una clase, llamada habitualmente "modificador de la leche," no contiene leche. Como consiste en gran parte de azúcar, debe emplearse únicamente como tal, y no como sustituto de la leche. Los alimentos patentados de esta clase pueden agregarse a la leche como sustitutos de otros azúcares si así lo ordena el médico. Otra clase contiene leche seca, azúcar y otros ingredientes, y no se supone que se mezcle con la leche líquida. A algunos alimentos de esta índole se les han agregado importantes vitaminas. La mayor parte de los alimentos patentados del segundo grupo contienen mucha azúcar, y por esta razón pueden gustarle al niño. En ciertas circunstancias tal vez convenga una elevada proporción de azúcar, pero por regla general la criatura lo pasa mejor con una alimentación en la cual el doctor puede graduar según convenga la proporción de azúcar, reduciendo o aumentando la cantidad agregada a la leche fresca, más bien que con un régimen en que la cantidad de azúcar es invariable, como sucede en los alimentos patentados