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viernes, 23 de septiembre de 2011

Nacimientos prematuros



Si bien en nuestro país los prematuros de 26 semanas o los recién nacidos muy pequeños tienen diferentes posibilidades de atención en distintos tipos de hospitales, los servicios más modernos llegan a ofrecer un alto porcentaje de probabilidades de sobrevida a los bebés que pesan al nacer entre 750 y 1.000 gramos. Entre 1.000 y 1.250 gramos la sobrevida es mayor.

Casi todos los prematuros son niños que pueden crecer y desarrollarse en forma normal e integrarse a la vida familiar y comunitaria sin grandes dificultades. Lo que no indica desconocer que algunos de ellos tienen trastornos que requieren cuidados posteriores especializados, a través de los cuales muchos logran una excelente evolución.


Desde la instalación de los centros especializados, no sólo han bajado drásticamente los índices de mortalidad de los prematuros sino también el porcentaje de disminuidos discapacitados. La atención de un niño en terapia intensiva neonatal demanda altos costos por la organización, equipamiento y capacitación del equipo. Obviamente, se justifican tan altas inversiones cuando el objetivo es obtener mayores resultados en las posibilidades de sobrevida de los niños.

De todas formas, no hay que perder de vista que siempre es más importante incrementar la atención primaria de las embarazadas: lograr que en todos los medios sociales las futuras mamas concurran a los servicios y sean atendidas por sus médicos desde el comienzo del embarazo para detectar los riesgos y las patologías que puedan aparecer. De esta manera, se prevendrán muchos de los nacimientos prematuros. Sin embargo, estos nacimientos seguirán ocurriendo y es indispensable que existan centros que permitan la atención de estos bebés.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Efectos del amor en los bebés prematuros


En la actualidad, en cuanto un prematuro se halla en condiciones de salir de la incubadora es puesto en contacto con el padre o la madre. Se ha demostrado que los mimos y las caricias son tan importantes para el crecimiento y desarrollo del pequeño como los modernos fármacos y los sofisticados alimentos.

Siguiendo el modelo de unos médicos colombianos -las condiciones socioeconómicas no les permitían atender a todos los bebés prematuros en un moderno servicio de neonatología- hace algunos años los médicos holandeses comenzaron a dar de alta precozmente a los bebés prematuros. Rodeados del calor del hogar, más dulce y beneficioso que el de las incubadoras, los mimos, las caricias y el contacto con la piel de la madre, del padre o de otro familiar que les ayudará en la tarea de sacar adelante a los pequeños, los bebés crecían y se desarrollaban de maravilla.

También se ha comprobado que el masaje para bebés y el acunamiento son sumamente beneficiosos para los prematuros. Contribuyen a su mejor desarrollo y les ayuda a superar la incomunicación que antaño sufrían los recién nacidos, obligados a pasar largos meses en la incubadora.


martes, 13 de septiembre de 2011

¿Qué es un bebé prematuro?


Se dice que un bebé es prematuro cuando su peso al nacer es inferior a 1.500 gramos. En los criterios de pre-maturez no sólo se tiene en cuenta la edad gestacional -muchos niños que nacen antes de tiempo pueden pesar más de 1 500 gramos-, sino el peso al nacer. Por ejemplo, los hijos de madres fumadoras pueden nacer a los nueve meses de gestación; sin embargo, debido a su bajo peso se consideran prematuros y como tal deben de ser tratados.

La supervivencia de los bebés prematuros depende de lo que pesen al nacer. Así, los que pesan entre 700 y 1000 gramos tienen un 50 por ciento de posibilidades de sobrevivir; para los que pesan entre 1000 y 1 500 gramos, la supervivencia oscila alrededor del 90 por ciento. Por último, a los recién nacidos que pesan más de 1 500 gramos, la vida les sonríe: sólo un 5 por ciento se quedan en el camino.

viernes, 14 de enero de 2011

Bebes prematuros


Los bebés prematuros

Los profesionales se enfrentan con la decisión ética de determinar en qué casos es justificado emprender la lucha, porque no sólo interesa sobrevivir sino también tener la menor cantidad posible de secuelas.

Tantos son los prematuros que la industria ya fabrica medias, guantes y pañales en miniatura. Conservarle la vida a un prematuro de menos de 1.000 gramos cuesta alrededor de 60 mil dólares.
Pediatras y obstetras forman un equipo. En las incubadoras intentan humanizar la atmósfera con animalitos de felpa. Debe instaurarse una terapia agresiva.

Computadoras y cajas de vidrio sustituyen el cuerpo materno. Mangueras plásticas conducen a pulmones, estómago y circulación sanguínea; la tecnología regula qué pasa por esas vías.

Si el bebé siente dolor, la computadora emite un nervioso chillido; una alarma anuncia necesidad de más oxígeno (quizá debido a un pinchazo para obtener una muestra de sangre o por la succión de flema del pulmón). Entonces se suministra un calmante y el ritmo de respiración, impuesto por la máquina, es mejor tolerado por el bebé.

La condición de los prematuros puede empeorar, dramáticamente, en minutos. Pero también una inminente infección general es anunciada, con gran ruido, por las computadoras.

lunes, 22 de febrero de 2010

Niños prematuros


Niños prematuros

Según el mundialmente usado test de Apgar, que mide la vitalidad de un recién nacido, sobre una escala de 1 a 10, un solo punto significa incapacidad para vivir. Pero los avances de la tecnología médica actual utilizados en centros altamente especializados —como, por ejemplo, las Clínicas Municipales de Dortmund, Alemania— permiten intentar la lucha por la vida del bebé.

Hace 20 años, los niños de apenas 500 gramos de peso no tenían expectativas de vida; e incluso con el doble de peso casi todos fallecían. Sólo cada tercer bebé de 1.000 a 1.500 gramos, nacidos entre las semanas 27 a 30 lograba sobrevivir. (La gestación normal es de 40 semanas).

Hoy, en los modernos centros perinatales, salvan cerca del 90 por ciento. Y hasta cada segundo bebé, nacido entre las semanas 25-26, con un peso de 750 a 1.000 gramos, vive.