Al estar en posición vertical, el bebé ya no comprime la aorta materna, de manera que la sangre enviada hacia él llega con total libertad. Existe un dato básico en esta posición: la facilidad con que la cabeza ingresa en esa zona. La explicación es sencilla, basta conocer el mecanismo del balanceo de los huesos de la pelvis según la posición en que se encuentre la mujer.
Al estar en cuclillas, se produce una apertura de hasta un 28 por ciento del diámetro de ingreso al canal de parto y se cierra en el mismo porcentaje cuando está acostada. Un médico obstetra, prestigioso y experimentado, les explicaba siempre a sus colegas que ésta era la causa de que las mujeres dieran a luz más fácilmente en los taxis que en las camillas de los hospitales.
Por otra parte, en cuclillas la madre ve emerger la cabeza de su hijo sintiéndose estimulada por la visión del mismo. Como la distancia entre la vagina y el piso es similar al tamaño del cuerpo del bebé, éste jamás se lastima, ya que cuando la cabeza toma contacto con el piso, el cuerpo aún se encuentra sostenido dentro de la pelvis materna.
Al estar en cuclillas, se produce una apertura de hasta un 28 por ciento del diámetro de ingreso al canal de parto y se cierra en el mismo porcentaje cuando está acostada. Un médico obstetra, prestigioso y experimentado, les explicaba siempre a sus colegas que ésta era la causa de que las mujeres dieran a luz más fácilmente en los taxis que en las camillas de los hospitales.
Por otra parte, en cuclillas la madre ve emerger la cabeza de su hijo sintiéndose estimulada por la visión del mismo. Como la distancia entre la vagina y el piso es similar al tamaño del cuerpo del bebé, éste jamás se lastima, ya que cuando la cabeza toma contacto con el piso, el cuerpo aún se encuentra sostenido dentro de la pelvis materna.
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