La Hipnosis. Antes de la era de la anestesia, la hipnosis se empleaba mucho para efectuar pequeñas cirugías. Desde 1831 datan relatos de partos absolutamente normales y sin el menor signo de sufrimiento de la madre, efectuados bajo la acción hipnótica. El descubrimiento dé los anestésicos hizo que su uso fuera abandonándose poco a poco. Después de la primera guerra mundial, (1918), nuevamente la hipnosis fue empleada.
Al despertar la persona no recuerda nada de lo pasado y duda haber sido operada. Es decir: hace 100 años ya se había llegado a la conclusión de que "es posible vencer al dolor por métodos psicológicos". Este hecho lo reafirma Liebault en 1886 cuando dice: Por la acción verbal de un sujeto sobre otro se obtiene la anulación del dolor.
En 1899 Joire presenta sus primeros 4 partos sin dolor. Hay luego de estos primeros éxitos un período en que la hipnosis es abandonada.
En 1922, en Alemania, se celebró un Congreso para estudiar los efectos beneficiosos que el empleo de la hipnosis prestaba a la parturienta. Era indudable que la mujer hipnotizada tenía su parto absolutamente normal y sin el menor signo de dolor.
Al despertar la persona no recuerda nada de lo pasado y duda haber sido operada. Es decir: hace 100 años ya se había llegado a la conclusión de que "es posible vencer al dolor por métodos psicológicos". Este hecho lo reafirma Liebault en 1886 cuando dice: Por la acción verbal de un sujeto sobre otro se obtiene la anulación del dolor.
En 1899 Joire presenta sus primeros 4 partos sin dolor. Hay luego de estos primeros éxitos un período en que la hipnosis es abandonada.
En 1922, en Alemania, se celebró un Congreso para estudiar los efectos beneficiosos que el empleo de la hipnosis prestaba a la parturienta. Era indudable que la mujer hipnotizada tenía su parto absolutamente normal y sin el menor signo de dolor.