Amamantar después de una cesárea

Las mujeres que han dado a luz con cesárea tienen leche igual que las demás. Si el recién nacido no mama hasta pasadas varias horas después del parto, si en ese tiempo le dan biberón y, para colmo, le aconsejan a la madre que le dé diez minutos cada cuatro horas, es difícil que aprenda a mamar.

En la habitación. Pide que te traigan a tu hijo enseguida y que lo dejen en la habitación todo el tiempo (hay que contar con la ayuda del padre o de otro familiar).

Amamantar a demanda. Si las cosas no salen así en la maternidad, se pueden superar todos los problemas cuando, al llegar a casa, no se le ofrece al bebé ni biberón ni chupete y se le da el pecho "a demanda", esto es, todas las veces y todo el tiempo que él lo pida.

Jugar con la comida

A veces los niños juegan con los alimentos porque han comido entre horas y no tienen hambre. Esto es fácil de evitar dejando transcurrir tres horas entre las comidas (si hubiera un intervalo mayor pueden comer una pera, una manzana o una zanahoria).

También es posible que con su comportamiento quieran decir que hay algo que no les gusta; tal vez desearían participar en la conversación de sus padres o ser tenidos en cuenta. Para los pequeños todo es experimentación, y la comida, como el resto de lo que los rodea, es algo que quieren investigar. Hay que tener paciencia y no enojarse con ellos.

SI O NO A LAS HAMBURGUESAS

De la hamburguesa se ha hablado mucho últimamente y no precisamente bien. Se ha dicho que tiene demasiadas grasas y colesterol, y se la ha asociado con la comida rápida, que tanto se cuestiona. Gracias a estas duras críticas, los fabricantes han rectificado la calidad y el modo de preparación de este alimento para ajusfarlo a las recomendaciones que, en cuanto a principios inmediatos, hacen los organismos internacionales.

Pero esto no significa que se pueda consumir habitualmente, porque los niños deben acostumbrarse a comer de todo; es decir, sí a las hamburguesas, de vez en cuando (mucho mejor si son caseras), y siempre que formen parte de una dieta rica y variada.

Cómo comprobar que el bebé oye bien

Es importante descubrir cuanto antes si el bebé tiene un problema de audición. Son síntomas de alarma que. estando despierto, no se altere ante un portazo, no reaccione al oír la voz de la madre o muestre poco interés por los sonajeros y juguetes acústicos.

Para descartar cualquier duda se pueden hacer algunas pruebas sencillas: cuando el bebé está dormido, pero próximo a despertarse, se hace un ruido cerca de él. Lo normal es que contenga la respiración o respire a fondo y cambie el ritmo de ésta. 

Si se encuentra entretenido jugando en el piso de su cuarto o en la cuna, nos pondremos a su espalda sin que se dé cuenta y haremos un ruido desconocido para él; por ejemplo, golpear un recipiente con una cuchara. Si oye bien tiene que darse vuelta inmediatamente hacia nosotros.

Le empiezan a salir los dientes

Al bebé le duelen mucho las encías cuando le empiezan a salir los dientes. Para aliviar estas molestias debemos proporcionarle algún objeto duro y fresco para morder.

Puede ser un aro especial para estos casos (mejor si ha estado un rato en la heladera), una corteza de pan o un trozo de manzana o un cubito de hielo envuelto en un pañuelo limpio.

El frío insensibiliza las encías y reduce el dolor. No hay que darle ningún medicamento si no lo recomienda el pediatra.

¿Puede ser vegetariano un niño?

Una dieta vegetariana en la que se incluyan los huevos y la leche suele contener los nutrientes que el niño necesita, aunque algunos (como el hierro y las vitaminas Dy B12) pueden estar ausentes. Por lo tanto, nada que objetar si el bebé toma suplementos de vitaminas y minerales, que debe recomendar su pediatra.

Una dieta equilibrada es fundamental para que el bebé crezca  y se desarrolle bien, Las dietas vegetarianas estrictas (sin huevos ni leche), por ejemplo, son escasas en calorías y pueden provocar raquitismo, retrasos de crecimiento y trastornos madurativos. Hasta ahora el bebé habrá tenido una buena nutrición, ya que en los primeros meses la leche, tanto si es materna como de fórmula, suele aportar todo lo que él necesita.

¿Está resfriado el bebé que estornuda mucho?

¿Está resfriado el bebé que estornuda mucho? No necesariamente, un cambio de temperatura y una luz intensa también pueden provocar el estornudo. En el primer mes de vida, otra causa es la presencia de bucosidades.

No hay que olvidar que el estornudo es, como la tos, un reflejo protector que tiene la función de eliminar las partículas extrañas que se han alojado en la nariz.

Bebé a salvo de resfríos

Cualquier proceso infeccioso puede resultar grave para el recién nacido. Por eso debemos protegerlo en lo posible.

Evitemos que un adulto resfriado o con gripe se acerque a él (aunque conviene no olvidar que, a veces, la capacidad de contagiar es anterior a la aparición de los primeros síntomas).

El humo del cigarrillo perjudica las vías respiratorias y empeora cualquier infección, por pequeña que sea. No fumemos -ni permitamos que nadie lo haga- en la habitación donde está el bebé.

El gorro del recién nacido

Desde hace unos años es cada vez más frecuente ver a los recién nacidos con un gorrito, a veces improvisado en el hospital por las enfermeras. El motivo  de esta vuelta a antiguas costumbres es el reconocimiento científico de que,para que el bebé pueda mantener el calor que produce, hay que evitar que lo pierda.

La cabeza desempeña un papel muy importante en la regulación de la temperatura, porque es muy grande; supone nada menos que la cuarta parte de la superficie corporal. De nada sirve abrigar muy bien al niño si se deja al descubierto una parte tan amplia de su cuerpo. El gorrito es necesario para todos los bebés, en especial prematuros, y en los meses fríos.

Animales domesticos y niños pequeños

Deben observarse ciertos cuidados para evitar que los animales domésticos puedan perjudicar a los chicos. La higiene es fundamental. Si los perros callejean mucho, existe el riesgo de que contagien enfermedades como la tina o la rabia, por citar sólo algunas, porque huelen y comen entre los residuos. Por lo tanto, deben estar lavados, bien alimentados (en sus propios recipientes, jamás en los mismos que utilizan las personas), vacunados y desparasitados.

Pero, además, conviene evitar que entren en contacto con el recipiente y excrementos del perro. Si llega a lamerlos o si ellos le tocan la boca o la nariz, deben lavarse enseguida.  Generalmente, los chicos se llevan las manos a la boca continuamente y están expuestos a ingerir larvas o bacterias de los excrementos y secreciones de los animales.


Las mascotas
Los niños deben saber cuanto antes que los animales, por más mansos que sean, pueden resultar poco amiigables si se los molesta o se les hace daño, especialmente mientras comen o duermen.