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El líquido amniótico, su hijo inhala diariamente en el útero, es una cosa del pasado. Ahora él nació, su pequeña nariz está experimentando algunas nuevas funciones de marca, como el transporte de aire a los pulmones y la captura de los olores del mundo. Por cierto, lo está haciendo muy bien, gracias
En la primera hora después del nacimiento, la percepción olfativa de los bebés es muy fuerte. Un estudio japonés mostró que, cuando se expone al olor del pecho de la madre durante este período, el niño reconoce y la leche materna durante más tiempo. Olor materna también despierta en el sentimiento de bienestar pequeña y protección.
El olor en realidad tiene un papel clave en la formación y el reconocimiento de los sentimientos y los recuerdos emocionales. Por lo tanto, los expertos recomiendan estimular este sentido desde el principio. "Tenemos que ofrecer al niño una gama de sabores naturales, siempre suave," enseña Sergio Henrique Spalter, especialista en pediatría de la antroposofía. Pero sin ir demasiado lejos. Olores muy fuertes debilitan la sensibilidad y pueden hacer que el pequeño seguro para notar las sutilezas de cada sustancia.
El apetito de su hijo dependerá también de la familiaridad que tiene, a partir de ahora, con los diferentes olores de los alimentos. Es que los sentidos del gusto y el olfato están íntimamente conectados. Y un apetitoso aroma, así que usted sabe, se despierta rápidamente niños hambrientos.
En la primera hora después del nacimiento, la percepción olfativa de los bebés es muy fuerte. Un estudio japonés mostró que, cuando se expone al olor del pecho de la madre durante este período, el niño reconoce y la leche materna durante más tiempo. Olor materna también despierta en el sentimiento de bienestar pequeña y protección.
El olor en realidad tiene un papel clave en la formación y el reconocimiento de los sentimientos y los recuerdos emocionales. Por lo tanto, los expertos recomiendan estimular este sentido desde el principio. "Tenemos que ofrecer al niño una gama de sabores naturales, siempre suave," enseña Sergio Henrique Spalter, especialista en pediatría de la antroposofía. Pero sin ir demasiado lejos. Olores muy fuertes debilitan la sensibilidad y pueden hacer que el pequeño seguro para notar las sutilezas de cada sustancia.
El apetito de su hijo dependerá también de la familiaridad que tiene, a partir de ahora, con los diferentes olores de los alimentos. Es que los sentidos del gusto y el olfato están íntimamente conectados. Y un apetitoso aroma, así que usted sabe, se despierta rápidamente niños hambrientos.
