El doppler consiste en la medida de los flujos sanguíneos vasculares del hijo y de la mamá. Se trata de una técnica empleada para averiguar el estado del bebé durante el embarazo; es más bien una prueba de bienestar fetal, sobre todo en embarazos patológicos. No obstante, se tiende a introducirla dentro de las pruebas de diagnóstico prenatal, porque últimamente se está empleando en forma prometedora al comienzo de la gestación, en relación con el pronóstico fetal y su desarrollo.
Para el estudio del corazón del bebé, el doppler se realiza en las semanas 19-20 del embarazo; a las 24-26 semanas, para el estudio de las arterias del útero; y en la semana 30-32, para el estudio de la circulación sanguínea del bebé.