Sonda

Niño o niña, una sonda lo investiga
La inventaron unos científicos británicos: se trata de una sonda génica, obtenida de ciertas sustancias de una serpiente venenosa de la India, capaz de indicar el sexo de un determinado espermatozoide. Todos sabemos que el sexo de un niño lo determina el padre.

Si el espermatozoide que fecunda al óvulo lleva el cromosoma Y, se produce un varón, y si lleva el cromosoma X, el nuevo ser será niña. Gracias a la sonda, junto con nuevas técnicas de separación de espermatozoides y la fertilización in vitro, en un futuro próximo será posible procrear, con muy poco margen de error, bebés del sexo apetecido.

Esto no es un capricho sino una necesidad vital para todos aquellos padres que pueden transmitir a sus hijos enfermedades hereditarias vinculadas al sexo, como la hemofilia o la distrofia muscular de Duchenne, enfermedades que sólo afectan a los varones. Estos padres pronto podrán tener descendencia sana.

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Al planear la aumentación artificial, debe obtenerse el consejo del médico, por ser de particular importancia durante el período del destete y el que sigue a éste. Si no se desteta a la criatura hasta que tenga 6 meses, probablemente será más fácil acomodarla a la alimentación de leche de vaca. Sin embargo, si el destete ha tenido lugar l antes, el médico debe vigilar todavía más cuidadosamente la alimentación. Es más difícil aumentar con éxito con una mezcla de leche de Ivaca a una criatura pequeña que a ¡una mayor, y el plan para esta alimentación a menudo exige el juicio más cuidadoso de parte del médico.

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Todas las botellas deben ser perfectamente lavadas y esterilizadas a diario, botellas de bebe. Empléense tapas limpias. La tapa que cubre todo el cuello de la botella es la mejor, pues asegura ümpieza absoluta de la boca de la botella por la cual pasa la leche. Cuando va a usarse la leche en el mismo sitio en que se produce, debe conservarse en botellas o frascos de vidrio tapados y esterilizados.

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Antes de emplearlos, hay que lavar perfectamente y esterilizar por la ebullición o al vapor el balde, coladores, latas y otros utensilios destinados a la leche.
El agua utilizada para lavar los utensilios y botellas, las ubres de la vaca y las manos del ordeñador y todo lo que toque la leche debe ser limpia y sin contaminación por bacterias patógenas. El empleo de agua contaminada ha dado por resultado serios comienzos de epidemias.