Año tras año aparece un nuevo libro de puericultura que vilipendia o alaba al chupete. En realidad, bebe sonambulo, es cierto: hay algunos que son enormes y desfiguran al más hermoso de los bebés. Pero también es verdad que hay ocasiones en que algunos bebés, a determinada edad, necesitan chupetear. Cuando tienen cólicos y lloran con toda el alma, el chupete los alivia. Cuando no logran conciliar el sueño, los lleva a la calma.
Hay bebés que son por naturaleza muy inquietos y lo requieren más que otros. A una edad en que todos los placeres son orales, el chupete proporciona momentos de satisfacción. Hay que tener en cuenta que la vida del niño no está todavía perfectamente organizada; se le ofrecen muy pocos motivos de distracción y depende todo el tiempo de los demás.
Facilitarle un chupete cuando recién empieza a vivir no quiere decir que seguirá usándolo hasta que vaya a la escuela. La relación con un chico implica tolerancia y seguridad, y el chupete, pese a sus detractores, siempre se las brinda.
Hay bebés que son por naturaleza muy inquietos y lo requieren más que otros. A una edad en que todos los placeres son orales, el chupete proporciona momentos de satisfacción. Hay que tener en cuenta que la vida del niño no está todavía perfectamente organizada; se le ofrecen muy pocos motivos de distracción y depende todo el tiempo de los demás.
Facilitarle un chupete cuando recién empieza a vivir no quiere decir que seguirá usándolo hasta que vaya a la escuela. La relación con un chico implica tolerancia y seguridad, y el chupete, pese a sus detractores, siempre se las brinda.