Les escribo porque a pesar de que el médico (ginecólogo y obstetra) que me atiende me aclaró todas mis dudas, yo quisiera saber más sobre el tema.
Llevamos un año y medio de casados y al comienzo no queríamos niños, por lo que decidimos que me colocara un DIU; sin embargo, hace unos meses cambiamos de opinión y me lo sacaron. Ante nuestra sorpresa, al mes tuve mi primera falta y el análisis dio positivo. Cuando me hicieron la ecografía, mi embarazo debía ser de 7 semanas aproximadamente, pero lo que se observaba en la pantalla sólo podía tener alrededor de 4 semanas. De todos modos, eso era muy relativo puesto que (según el médico) es difícil establecer con precisión el tiempo en una visión tan pequeñita. Había dos posibilidades: haber ovulado en otro momento y quedar embarazada después, o que el embarazo se hubiera detenido.
El médico me recomendó una serie de ecografías (una por semana). Para nuestra alegría, en la primera el saquito había crecido, pero aún no se veía el embrión. En las siguientes semanas siguió creciendo pero sin aparecer el embrión, y yo comencé a tener pérdidas. En la última ecografía el saco comenzó a achicarse y a desprenderse: era un embarazo anembrionario.
El especialista me recomendó una intervención quirúrgica pequeña (un legrado) puesto que tenía que expulsar este "falso embarazo". Durante todo ese proceso, estuve muy mal de ánimo pero ya lo superé. El médico me dijo que hiciera mi vida normalmente y que no había ninguna dificultad si quedaba embarazada enseguida. Me explicó que esto le sucede a muchas mujeres, que no hay explicación científica y que raramente se repite.
Creo que la conducta de tu obstetra ha sido la correcta. Algunos médicos prefieren inducir la eliminación de un huevo anembrionado administrando una sustancia denominada "prostaglandina" que provoca intensas contracciones uterinas. No obstante, el legrado uterino aún sigue siendo el método habitual para el tratamiento de estos embarazos patológicos, cuando no son eliminados en forma espontánea.
Hay signos ecográficos que nos permiten determinar la "edad" del embarazo. Por ejemplo, entre las 5 y las 6 semanas debe aparecer la imagen del embrión, y entre la 7 y 8 semanas visualizarse los latidos cardíacos del mismo. La moderna ecografía transvaginal es mucho más eficaz en el diagnóstico de los embarazos muy tempranos -como fue el caso tuyo- pero un ecografista avezado puede obtener resultados semejantes mediante el empleo de la ecografía abdominal convencional.
Muchos embarazos son "huevos anembrionados". Posiblemente sea una de las causas más frecuentes de aborto espontáneo temprano. A veces ni se llega a un tiempo de embarazo tal como para permitir ese diagnóstico.
Las causas -para ser estrictos- no se conocen. Se supone que el azar debe ser la más frecuente. Se observa también cuando hay trastornos en la ovulación o en la producción de los espermatozoides. De todas formas, sólo nos abocamos al estudio de estos casos cuando se repiten en embarazos sucesivos, lo que por lo general no ocurre. De manera que me parece oportuno que busques un nuevo embarazo.
¡Ah!, me olvidaba: el DIU no tuvo nada que ver con tu problema.
Llevamos un año y medio de casados y al comienzo no queríamos niños, por lo que decidimos que me colocara un DIU; sin embargo, hace unos meses cambiamos de opinión y me lo sacaron. Ante nuestra sorpresa, al mes tuve mi primera falta y el análisis dio positivo. Cuando me hicieron la ecografía, mi embarazo debía ser de 7 semanas aproximadamente, pero lo que se observaba en la pantalla sólo podía tener alrededor de 4 semanas. De todos modos, eso era muy relativo puesto que (según el médico) es difícil establecer con precisión el tiempo en una visión tan pequeñita. Había dos posibilidades: haber ovulado en otro momento y quedar embarazada después, o que el embarazo se hubiera detenido.
El médico me recomendó una serie de ecografías (una por semana). Para nuestra alegría, en la primera el saquito había crecido, pero aún no se veía el embrión. En las siguientes semanas siguió creciendo pero sin aparecer el embrión, y yo comencé a tener pérdidas. En la última ecografía el saco comenzó a achicarse y a desprenderse: era un embarazo anembrionario.
El especialista me recomendó una intervención quirúrgica pequeña (un legrado) puesto que tenía que expulsar este "falso embarazo". Durante todo ese proceso, estuve muy mal de ánimo pero ya lo superé. El médico me dijo que hiciera mi vida normalmente y que no había ninguna dificultad si quedaba embarazada enseguida. Me explicó que esto le sucede a muchas mujeres, que no hay explicación científica y que raramente se repite.
Creo que la conducta de tu obstetra ha sido la correcta. Algunos médicos prefieren inducir la eliminación de un huevo anembrionado administrando una sustancia denominada "prostaglandina" que provoca intensas contracciones uterinas. No obstante, el legrado uterino aún sigue siendo el método habitual para el tratamiento de estos embarazos patológicos, cuando no son eliminados en forma espontánea.
Hay signos ecográficos que nos permiten determinar la "edad" del embarazo. Por ejemplo, entre las 5 y las 6 semanas debe aparecer la imagen del embrión, y entre la 7 y 8 semanas visualizarse los latidos cardíacos del mismo. La moderna ecografía transvaginal es mucho más eficaz en el diagnóstico de los embarazos muy tempranos -como fue el caso tuyo- pero un ecografista avezado puede obtener resultados semejantes mediante el empleo de la ecografía abdominal convencional.
Muchos embarazos son "huevos anembrionados". Posiblemente sea una de las causas más frecuentes de aborto espontáneo temprano. A veces ni se llega a un tiempo de embarazo tal como para permitir ese diagnóstico.
Las causas -para ser estrictos- no se conocen. Se supone que el azar debe ser la más frecuente. Se observa también cuando hay trastornos en la ovulación o en la producción de los espermatozoides. De todas formas, sólo nos abocamos al estudio de estos casos cuando se repiten en embarazos sucesivos, lo que por lo general no ocurre. De manera que me parece oportuno que busques un nuevo embarazo.
¡Ah!, me olvidaba: el DIU no tuvo nada que ver con tu problema.